TRES VIVAS POR EL CRISTO MORENO

  • marzo 17, 2013

La Cofradía del Socorro reivindica sus orígenes con el descubrimiento de un azulejo de su titular en la plaza de San Ginés

 

No ha hecho falta esperar al Viernes de Dolores para escuchar los primeros sentidos vivas al Cristo del Socorro. Ya se los dieron ayer, y por tres veces, durante el acto organizado por su cofradía para descubrir un paño cerámico de grandes dimensiones (casi cinco metros cuadrados) con la imagen del antiguo Cristo Moreno en la fachada del número 4 de la Plaza de San Ginés.

En ese lugar y al paso del crucificado ocurrió el 13 de marzo de 1689 la milagrosa curación del infante Manuel, hijo del Duque de Veragua, Pedro Colón de Portugal. Y ese hecho dio lugar a la fundación de la cofradía por parte del noble, que también erigió una capilla en el entorno de la antigua catedral y entronizó a su titular el 21 de enero de 1691. Así queda reflejado en el azulejo realizado por la afamada Casa Santa Ana, de Sevilla, autora del trabajo montado después en Cartagena por la empresa Restauralia, con la colaboración de Tamar. Sus dos gerentes, Juan Isidro Ros y Tomás Martínez Pagán (hermano mayor del Resucitado) asistieron al descubrimiento del azulejo y a su bendición por parte del capellán de la hermandad y próximo pregonero de la Semana Santa, José Manuel Martínez Rosique.

El paño cerámico representa una imagen del antiguo Cristo Moreno, desaparecido durante la guerra civil, que tiene como fondo una imagen del puerto, varios jabeques en el mar y el desaparecido barrio de La Gomera en el frente marítimo. Bajo la cruz aparece el escudo de la Cofradía, así como la leyenda explicativa. Ha sido sufragado por la Universidad Católica de Murcia (UCAM), representada ayer en el acto de descubrimiento por Vicente Mendoza Pérez, hermano del presidente de la institución académica, José Luis Mendoza.

Con el descubrimiento de este azulejo, los hermanos del Cristo del Socorro reivindican sus orígenes en el corazón de la antigua Cartagena. En menos de una semana volverán a subir por la empinada calle de la Concepción para recoger a su titular sin perder de vista la vieja catedral de Santa María y realizar con él y con la Virgen de la Soledad del Consuelo estación de penitencia. Lo harán fieles a su identidad austera, en la madrugada del Viernes de Dolores. La cuenta atrás ya ha comenzado.

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